día 133 de la bitácora pacífico
14 octubre 2015
Probablemente, una de las cosas más interesantes que pasaron por la cabeza de Exupery cuando escribió el principito fue lo de poder ver las puestas de sol más de una vez por día, corriendo simplemente su silla unos pasos adelante en su pequeño planeta.
Viajar contínuamente hacia el oeste, en la dirección del sol, es como perseguirlo sin llegar nunca a alcanzarlo. Es una bonita sensación de caminar hacia la iluminación, hacia la luz, la belleza del atardecer, hacia el descanso, hacia casa. Los días son un poquito más largos, los he estirado con cada uno de mis pasos hacia el sol, he ganado tiempo, o mejor, más vida.
Un regalo del universo. Pero el universo es tan exacto como caótico, y en algún momento las cosas se ajustan para volver a la calma, al balance global. Llega la factura. Las reflexiones que tiene un viajero cuando cruza el meridiano 180º (en mi caso al pasar por Fiji) intentando evitar la ilusión de viajar en el tiempo son interesantes, parece entenderse en algún punto pero de pronto se pierde la comprensión y uno se queda simplemente sin haber vivido, por ejemplo, un día de octubre, un día que, simplemente, nunca existió… Intentaré resumir la mejor de mis comprensiones.
El meridiano 180º o antimeridiano es una línea vertical imaginaria sobre el planeta que forma 180 grados con el meridiano de Greenwich, el 0º, el de Londres, el de casa, el que cruzo siempre que voy a Barcelona. Juntos, son como el ecuador vertical del planeta. Si bajásemos por el meridiano 0º hasta el polo sur y continuásemos, comenzaríamos a subir por el meridiano 180º. Fácil.
El problema del mítico meridiano 180º es que coincide con la línea internacional del cambio de fecha, lo que le hace ser el lugar donde se viaja en el tiempo, se pierde un día de vida o se gana, se puede vivir dos veces el mismo día o la misma nochevieja, y un sinfín de curiosidades desencadenadas del intento del hombre por solucionar tales misterios del universo. Que esto esté en medio del pacífico se debe, probablemente, a que los listos europeos del momento vieron el lío y lo pusieron lo más lejos posible, se quedaron con el 0 y hala. Ni tan mal, porque el 180 toca básicamente zonas despobladas u oceánicas: Rusia y Fiji.
Caminar de un lado a otro de esta línea significa viajar en el tiempo, saltarse o ganar un día. Si estás a la derecha, estás en el hoy, si estás a la izquierda, estás en el mañana. Evidentemente los meridianos no se cuentan de 0 a 360 aunque haya 360, ni las horas 0 a 24. Se cuentan 180 positivos y 180 negativos, +12 horas y -12 horas, sino tendríamos el lío en casa, Bilbao tendría un día más que Barcelona. Recuerdo perfectamente ir restando horas a mi día a medida que avanzaba al oeste, por el pacífico especialmente, pues no hay países, sino la orden del capitán cada tanto de decir de pronto, hoy cambiamos relojes, dos horas menos.
Pero al pasar Fiji, -12 horas con casa, no se retrasan más. Se suman 24. De pasar de incrementar meridianos negativos, -178, -179, -179.9, a decrementar positivos: 179.9, 179, 178. El 180 no existe en la instrumentación, solo el -179.9999 y el 179.9999. Las cartas de navegación se cortan en esta línea. ¿Qué esta pasando? ¿Por qué pasamos del día 1 al día 3? Qué pasó con el 2?
Ya no estoy al oeste de casa, estoy al este. Ya no sumo meridianos, los resto. Es bonito, voy restando y el 0º será casa. De hecho, no puedo estar más lejos de casa que esto. Estoy a la misma distancia por el este que por el oeste. ¿Qué hago? ¿Me doy la vuelta, o sigo? Y volviendo al tema, ¿quién coño tiene mi día perdido? ¿Pues no acabo de transportarme en el tiempo?
En fin, recordemos que el tiempo es una invención nuestra y que al fin y al cabo, el universo sigue y el planeta rota. Si hubiese puesto dos relojes en hora antes de largarme y uno lo hubiese dejado en mi cajón de Zamora y otro estuviese en mi mochila, al reunirlos, muy felices ellos de reencontrarse, mostrarían exactamente la misma hora. Así que a mí déjenme de gaitas. Pero claro, el día del calendario, lo he perdido igual. Curioso, ein?
Aparentemente. Esos ratitos que ganaba cada día al viajar rumbo W hacia el sol, ganando longitud, sumados, se están ajustando de golpe para que de hecho NO VIAJE EN EL TIEMPO! Había ganado 12 horas, me quitan de golpe 24, me quedo con -12, que iré recuperando a medida que continuo en la segunda mitad del planeta hacia mi casa, hacia el 0º. Échale agüita.
Pero a mi me gustaba la idea de viajar en el tiempo, que con rumbo oeste es hacia el futuro. Yo voy a seguir pensando que soy de los que han viajado en el tiempo, como los de Regreso al futuro. Y sigo pensando que me han robado un día. Supongo que tendré que dar una vuelta al mundo hacia el este, para compensarlo.
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‘La única sabiduría consiste en reconocer la inteligencia universal que gobierna todas las cosas por medio de todas las cosas‘
Heráclito